Bugs, defectos, fallos: no son las palabras más agradables y suponen un auténtico desastre para los desarrolladores de software. Estas pequeñas (o a veces grandes) plagas pueden arruinar por completo hasta el código más potente y hacer que los productos desaparezcan del mercado. Pero hay un departamento que puede solucionarlos y detectar rápidamente los problemas, además de resolverlos: sí, ahora hablamos de los probadores de software, los Bug Busters de nuestra era.
Sin embargo, no todas las empresas contratan a estos especialistas; en general, confían su proceso de pruebas a la automatización o a desarrolladores que trabajan con funcionalidades. Como resultado, llegan las caídas de aplicaciones seguidas de numerosos escándalos internacionales, por lo que negar el control de calidad ya no parece una buena opción. Hemos recopilado los fallos más significativos en empresas de todo el mundo para demostrarle la importancia de los servicios de control de calidad.
Fallo Amazon
Era el 14 de diciembre de 2014. Numerosas personas preparaban regalos para las próximas Navidades y buscaban las mejores ofertas (y las más baratas). Navegando por Internet se toparon con una generosidad nunca vista: todos los productos de Amazon tenían una importante bajada de precio. Un teléfono móvil o una aspiradora nueva costaban sólo 0,01 libras. Tratando de no perder semejante oportunidad los usuarios empezaron a hacer pedidos de millones de artículos.
Al otro lado de la pantalla, los vendedores desesperados intentaban ponerse en contacto con el servicio de atención al cliente de Amazon para saber qué demonios estaba pasando. El caso es que semejante caída se debía a un fallo de software y había que solucionarlo antes de que las empresas se enfrentaran a una quiebra total. La venta loca tuvo lugar sólo durante 1 día, pero el resultado fue devastador: algunas de las pequeñas empresas sufrieron pérdidas de hasta 100.000 libras.
La razón principal de este fracaso fue el funcionamiento del software de terceros. Repricer Express estaba utilizando precios dinámicos esa vez para asegurarse de que los usuarios están comprando los artículos más baratos entre el alcance elegido. Algo salió mal y todos los precios alcanzaron su mínimo. Al final, Repricer se negó a asumir la responsabilidad de sus errores y no pagó por el trastorno.
Fallo del vuelo 501 de Ariane 5
El satélite lanzador de cohetes Ariane es más conocido por su predecesor Ariane 4. Teniendo en cuenta el software de este último y añadiendo algunas novedades a este nuevo invento, los desarrolladores estaban condenados al éxito. Sin embargo, algo salió mal tras el mismo lanzamiento.
El propio satélite explotó segundos después del arranque: los motores entraron en modo de autodestrucción y provocó fallos tanto en el ordenador principal como en el de reserva. Ariane 5 nunca había entrado en órbita y se llevó consigo una carga útil de 500 millones de dólares.
Hacer fracasar un invento tan costoso no es la mejor opción. Pero si se tiene en cuenta la negligencia en la garantía de calidad, hay una secuela directa. Como la variable de base horizontal (BH) era más alta de lo esperado, el propio sistema se colapsó, algo que no había ocurrido antes gracias a la precisión de los cálculos. Como el caso era más una excepción que una coincidencia, no había ninguna regla apropiada en el código para evitar un fallo de este tipo.
Problema con el software de British Airways
Una serie de cancelaciones inesperadas afectó a British Airways, y no por las condiciones meteorológicas o por algún motivo externo. Era la sexta vez que el software defraudaba a la compañía. Pero British Airways no es de las que aprenden de sus propios errores y los resultados son los siguientes:
Este mal funcionamiento hizo que 75.000 pasajeros esperaran sus vuelos absolutamente sin equipaje (se encontraron algunos fallos incluso en este sistema). Este caos duró 3 días y provocó la cancelación de miles de eventos, vacaciones o reuniones.
Filtración de datos de Facebook
La compañía sobrevive ahora no los mejores tiempos después de una revelación de fuga de datos debido a Cambridge Analytica. Todavía hay rumores sobre si este incidente influyó en las elecciones de 2015-2016. Mark Zuckerberg, el CEO de la compañía, fue llevado varias veces ante los tribunales donde se golpeaba el pecho garantizando una total seguridad de los datos, pero ¿qué tenemos ahora?
Este septiembre algunos usuarios pudieron notar que se les había cerrado la sesión de Facebook. La razón se supo varios días después: el sistema tenía un fallo en la función “Ver como” que permitía acceder abiertamente al perfil de un usuario. Según las estimaciones, se podía acceder a unos 50 millones de cuentas. No se sabe si es una broma del destino, pero menos del 10% de los usuarios que sufrieron la brecha son europeos, lo que significa que el GDPR está en camino.
El precio de semejante fallo es enorme: la red social puede pagar 1.630 millones de dólares de multa y enfrentarse a una investigación formal de su negligencia en materia de seguridad.
Cierre de Google+
A pesar de que esta red social no tenía una gran demanda, todavía había usuarios que dejaban allí sus datos personales. El caso es que un día Google anunció el cierre de Google+, sin motivos ni explicaciones. Según se supo después, se había producido un fallo de seguridad en el desarrollo del software que provocó la filtración de datos de 500.000 cuentas.
Pero lo más interesante es que el fallo en sí se detectó dentro de la actividad de una app de terceros en un periodo comprendido entre 2015 y marzo de 2018, y casi 438 apps pudieron ver potencialmente los datos de los usuarios durante todo este tiempo.
Choque de Donald Daters
“Make America date again” era el lema de una nueva aplicación de citas para partidarios de Trump. Personas de todas las edades y preferencias podían registrar sus cuentas y empezar a buscar una persona con la que quedar. Además, todos ellos tenían ya algo en común: una profunda admiración por el presidente Donald Trump.
Tenía que ser una de las aplicaciones de citas más esperadas y exitosas de la historia, pero apareció un obstáculo: un fallo de software. Toda la base de datos de usuarios se filtró inesperadamente el día del lanzamiento. ¿Verá Estados Unidos la aplicación que conecta a personas con preferencias como esa? Ya lo veremos.
Nada de esto habría sucedido si se hubieran realizado las pruebas oportunas. Sin embargo, la garantía de calidad del software es algo que muchas empresas ignoran con bastante frecuencia y conduce a resultados inesperados que a veces influyen en la vida de las personas. El proceso de prueba de software puede ser una cosa fácil de realizar – y siendo un verdadero profesional en este campo, QAwerk ahora puede confirmar que la entrega de esta tarea a los especialistas evitará que su producto se bloquee y falle.
La contratación de una empresa externa de control de calidad es una práctica común entre las empresas estadounidenses y europeas. Este enfoque ayuda a ahorrar notablemente en el presupuesto de los proyectos y a obtener productos de software sin errores en poco tiempo.