No podemos permitir que los errores afecten negativamente al rendimiento del software.
- tiempos de carga lentos
- tiempos de respuesta largos
- problemas de escalabilidad
- cuellos de botella en el rendimiento
- problemas de fiabilidad del sistema
Como resultado, evaluamos la eficiencia y la capacidad operativa de la aplicación durante las fases de diseño y despliegue. Durante el proceso de pruebas, determinamos el número de usuarios que trabajan simultáneamente con la aplicación y los límites del rendimiento aceptable con el aumento de la carga, también se examina la productividad con cargas altas, extremas y de resistencia.